En esta calle que enlaza el centro de la ciudad con los barrios del otro lado del río, la Estación del Norte y el pueblo vecino de Canovelles, se encuentran dos lugares significativos. Se trata de Can Jonch. Centro de Cultura por la Paz y la sede de la central eléctrica Estabanell.
Can Jonch. Centro de Cultura por la Paz
El centro está ubicado en una antigua casa modernista atribuida a Manuel J. Raspall, aunque la obra la firmó el arquitecto modernista Eduard M. Balcells. La familia Jonch - Cuspinera, propietaria de la finca, cedió la casa y parte del jardín al Ayuntamiento, que destinó el edificio a acoger Can Jonch. Centro de Cultura por la Paz, se inauguró en mayo de 2008, en el marco de la conmemoración del 70 aniversario del bombardeo de 31 de mayo de 1938. El centro acoge los programas vinculados a la recuperación y a la difusión de la memoria histórica, el fomento del civismo y la convivencia, la defensa de los Derechos Humanos y la cooperación al desarrollo y la solidaridad.
En el jardín se plantó un retoño del roble de Gernika. Pocos años después, se añadió un ginkgo cargado de simbolismo: el ginkgo fue la única especie arbórea que sobrevivió a la bomba atómica de Hiroshima de 1945. Si podéis, entrad a visitar el jardín.
En el patio también podremos ver el mural Educar en la memoria, educar por la paz que pintó el artista Roc Blackblock el año 2018, con motivo del 10 aniversario del centro.
Estabanell Energía
La empresa de suministro eléctrico Estabanell y Pahisa se estableció en Granollers en 1913. La llegada de la electricidad a la ciudad fue determinante para el impulso de la industria en la ciudad. Durante la guerra continuó suministrando energía a las industrias de Granollers, algunas de las cuales producían material de guerra. Entre los objetivos militares que se señalaban en la documentación del ejército del aire de los años 38 y 39 está la central y también su vecina, llamada Central Eléctrica de Catalunya. En el bombardeo de 1938 no se alcazó ninguno de los objetivos militares, sino tan sólo los civiles. En cambio, durante los bombardeos de 1939, el edificio sí fue afectado. En la acera encontraremos una baldosa conmemorativa.
