Es probable que ya hayas escuchado este nombre antes, y es que por su importancia y proximidad, la basílica de Santa Maria Novella ha entregado su nombre no solo a la plaza que rodea su entrada central, sino también a la principal estación de trenes de la ciudad.
Fue construida entre los años 1279 y 1357 por frailes dominicos y recién consagrada el año 1420, quedando la fachada incompleta. Una veintena de años después, la familia Rucellai decidió aportar el dinero para completarla, recayendo esta labor en el renombrado arquitecto Leon Battista Alberti, quien integró en su dibujo típicamente renacentista los elementos góticos que contenía la fachada a medio terminar, de tal manera de armonizar su figura. La fachada fue terminada el año 1470 y su resultado fue único. ¿Qué piensas?
Ahora, si decides entrar, te contamos que dentro encontrarás muchas joyas artísticas, como la Trinidad de Masaccio, el Crucifijo de Giotto y diversas capillas ricamente decoradas, como la Capilla Tornabuoni que contiene frescos de Ghirlandaio y la Capilla Strozzi di Mantova, dedicada a Santo Tomás de Aquino. Esta última, que se encuentra al lado izquierdo si te paras mirando el altar, presenta en sus paredes laterales dos frescos de Nardo di Cione dedicados a la obra de Dante. ¡Sí, por eso te trajimos hasta aquí! Así, si te sitúas frente a su altar, a la derecha podrás ver el Infierno y a la izquierda el Paraíso. Y no solo eso, dentro del fresco con el tema del Paraíso podrás encontrar un retrato del mismísimo Dante. ¡Es difícil! Pero te daremos una pista: no está representado con su característico traje rojo, sino con uno gris. ¡A ver si lo encuentras!
Si quieres saber más sobre la iglesia, sus horarios y actividades, visita: http://www.smn.it