Las bateas consisten en un entramado rectangular de madera de 100 a 500 metros cuadrados con flotadores de acero recubiertos de fibra de vidrio o rellenos de poliéster.
Del entramado de la madera se cuelgan las cuerdas de nilón de 3 cm de grosor y de 10 a 12 metros de largo, donde engorda el mejillón.
En Isla Cristina, debido a la poca profundidad de la ría, se cultivan en alta mar, a unas 5 millas de la costa.