Caminando por el antiguo barrio judío (llamado Call), de cada rincón se desprende una aureola atemporal dónde entre joyerías diseminadas y callejuelas perdura el espíritu de la comunidad histórica semita. Si deseamos una pausa en el camino tal vez sea el momento de parar en Can Joan de S’Aigo para repostar fuerzas. Encontraremos el local no muy lejos de Cort, detrás de la iglesia de Santa Eulàlia, en la calle Sanç. Casa fundada en 1700 donde se toma ensaimada o cuartos (bizcocho) o gató (dulce de almendras) o “coca” de patata con chocolate espeso o chocolate, según invite el clima.