La historia ligada al Santuario de la Madonna delle Ghiaie se sitúa durante la Segunda Guerra Mundial, cuando según la tradición, el 13 de mayo de 1944, la Virgen se apareció a una niña de 7 años, Adelaide Roncalli.
En sus diarios la niña contó que había ido a recoger flores para la Virgen, cuando desde lo alto vio descender un puntito que se agrandó cada vez más hasta tomar la forma de tres figuras, la Virgen con el Niño Jesús en brazos y San José a su lado los cuales la exhortaron a ser buena y respetuosa del prójimo.
A esta aparición siguieron otras doce, todas reconocidas y sobre las cuales rige el decreto episcopal de 1948, emitido por el obispo Bernareggi de Bérgamo.