San Roque era un peregrino que se ocupaba de las víctimas de la peste. Según la tradición, habría curado a muchos enfermos. Roque también se enfermó y se retiró a un bosque para no infectar a otros. Según la historia, un perro le trajo comida a Roque. Finalmente se curó de la plaga, pero fue encarcelado porque nadie lo reconoció. En Bélgica hay muchas capillas “Rochus” y lugares de peregrinaje. Era de Montpellier y se dice que murió en 1380.
San Roque es patrón de los enfermos y de todas las profesiones afines. Se utiliza principalmente contra enfermedades contagiosas como la peste y el cólera.
Subimos por la calle de la derecha hacia la gran granja blanca, llamada Lindenhof.