Si aplicamos la famosa máxima de la sabiduría popular que dice: “el que anda mirando para abajo encontrará dinero, el que lo haga mirando hacia arriba encontrará tesoros”, en este caso no encuentra un tesoro, pero sí un enigma: una cruz mediana colocada sobre la pared que da acceso a un patio.
Rápidamente un cúmulo de preguntas, aparecerán en la mochila en la que llevamos las experiencias.
Preguntas que van del ¿y esto que pinta aquí? Al ¿qué función tendrá la cruz?, pasando por el sorprendente y espontáneo: ¡coño una cruz¡.
Si queremos encontrar respuestas a estas preguntas recomendamos acabar la visita en el BAR que encontraremos en la misma Plaza, a la izquierda del Ayuntamiento y preguntar sin problema a cualquiera de los allí presentes que, entre refrigerio y refrigerio, nos resolverán el enigma.