Finalmente hemos alcanzado el puente Milvio, uno de los más antiguos de Roma y nuestro último punto de interés en esta visita especial de Roma.
Se le considera muy importante porque una vez fue la ubicación donde la principal ruta hacia Roma podía bloquearse. El puente se construyó en el año 207 a.C. durante la segunda Guerra Púnica, y originalmente era de madera. En el 110 a.C el censor Marcus Aemilius Scaurus lo mandó reconstruir en mampostería y lo fortificó. En la Edad Media, se convirtió en la principal ruta de acceso a Roma. Desde 1985 el puente es zona peatonal.
Actualmente el puente es conocido como el puente de los enamorados. Se ha convertido en una costumbre para los jóvenes amantes dejar un candado cerrado en una de las farolas del puente. Los candados tienen la intención de representar una promesa de amor eterno. Esta costumbre de enganchar un candado y tirar la llave parece haberse originado en Florencia e introducido aquí por el cadete oficial de la Escuela de Medicina de Costa San Giorgio, quien, al dejar la escuela, engancharía el candado de su taquilla en una barra metálica del parapeto del puente Vecchio.
Esta tradición fue más tarde adoptada por los enamorados y popularizada por el libro de Federico Moccia “Ho voglia di te”, en el que los protagonistas se juran amor eterno enganchando un candado a la farola central del puente y luego tiran la llave al río. El nombre de los amantes se inscribe en los candados, luego se enganchan en la farola y la llave se tira al Tíber.
Sin embargo, en julio de 2007, debido al peso de los candados, la farola se desplomó y el ayuntamiento de Roma decidió retirar los candados de forma permanente en septiembre de 2012.
Cada primer y segundo domingo de mes, el puente Milvio es el lugar para el mercado de antigüedades y artesanía conocido como “Anticaglie a Ponte Milvio”.
Más de 200 vendedores, anticuarios, comerciantes, coleccionistas, amantes del arte refinado, pintores, escultores, decoradores, artesanos, diseñadores y expertos en muebles se congregan para mostrar sus mejores mercancías.
El primero en establecerse en la ciudad, durante casi 20 años ha representado una verdadera tradición y un punto de referencia para los ciudadanos y comerciantes de Roma.
Conocido como el puente del amor, ofrece un hermoso y romántico escenario, con el verde de los árboles, el fluir del agua y algunas de las mejores vistas de Roma que lo convierten en algo espectacular.
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