El Real Jardín Botánico es una visita que ningún amante del mundo de las plantas, árboles y flores debe perderse, ya que en él es posible admirar ejemplares naturales tanto de Europa como de América y del Pacífico. El Real Jardín Botánico es un centro de investigación dependiente del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Su emplazamiento actual se debe al mandato expreso de Carlos III y sus instalaciones fueron construidas inicialmente por el arquitecto Sabatini y posteriormente por Villanueva. Del trazado inicial destaca la Puerta Real con orientación hacia el Paseo del Prado. El hecho de que el Jardín Botánico se encuentre justo al lado del Museo del Prado no es una coincidencia, ya que se dispuso así dado que en sus orígenes la actual ubicación del Museo del Prado iba a alojar el Museo de Ciencias Naturales. El Jardín Botánico se estructura en tres niveles distribuidos en cuadrados y en tres terrazas: Terraza de los Cuadros, Terraza de las Escuelas Botánicas y Terraza del Plano de la Flor, las dos primeras permanecen tal cual fueron creadas, mientras que la tercera ha sido remodelada. A estas tres terrazas hay que añadir una cuarta, la Terraza Alta o de los Laureles, como consecuencia de la última remodelación hace una década y destinada a alojar colecciones especiales. En la Terraza de los Cuadros podemos contemplar una variedad de plantas ornamentales, medicinales, rosales antiguos, aromáticas y de huerta y frutales. La Terraza de las Escuelas Botánicas alberga la colección taxonómica de plantas. La Terraza del Plano de la Flor está diseñada en cuatro glorietas con una glorieta central que sirve de estanque y en la que observa un busto de Carlos Linneo. En esta terraza también se encuentra el invernadero mayor o de exhibición, que queda dividido en tres ambientes con diferentes temperaturas y humedades.
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