La historia de los tapices de Portalegre es reciente. Se remonta a 1946, cuando dos amigos, Guy Fino y Manuel Celestino Peixeiro, decidieron revivir la tradición de las alfombras de nudos en Portalegre. La competencia era grande y el negocio no parecia muy viable. Fue entonces cuando Manuel do Carmo Peixeiro, el padre de Manuel Celestino, desafió a los dos jóvenes a hacer tapices murales con una puntada inventada por él años antes cuando era estudiante de textil en Roubaix. Todos ellos pusieron el alma y el corazón en el proyecto. El primer tapiz surgió en 1948 bajo la firma de João Tavares. Jean Lurçat, el gran renovador del tapiz francés, incluso consideró a los tejedores de Portalegre como los mejores tejedores del mundo, y mandó tejer en Portalegre gran parte de sus tapices desde 1958 hasta su muerte. Esta fabrica de Portalegre continúa afirmándose como una fabrica contemporánea de tapices, cautivando a nuevos pintores y encontrándose actualmente en un proceso de internacionalización.