La antigua fuente se construyó en 1343 por un arquitecto desconocido.
Al parecer, la fuente fue un encargo de las autoridades de la ciudad para celebrar la llegada del suministro de agua a Siena.
En 1408, por parte del gobierno de Siena, el encargo de reemplazar la antigua y sencilla fuente por otra de aspecto más suntuoso ornamentada con once esculturas.
La bellísima fuente está considerada tanto un emblema de la ciudad de Siena como una obra maestra de la escultura italiana del siglo XV.
En 1858, la fuente se sustituyó una vez más por una hermosa réplica realizada por el prestigioso escultor sienes Tito Sarrocchi.
En el «Museo Civico» se conservan otros fragmentos espléndidos de la fuente creada por della Quercia.