En la base de Terra Murata, en la hermosa isla de Procida hay un antiguo pueblo fortificado llamado Casale Vascello. Este fue el primer asentamiento residencial de la isla, que nació cuando las invasiones sarracenas se hicieron menos frecuentes y la población decidió construir nuevos asentamientos. Estas nuevas unidades de vivienda tomaron el nombre de "casali", y Casale Vascello es el más grande y es un ejemplo de la típica arquitectura procidana del siglo XVI. Es uno de los asentamientos rurales fortificados mejor conservados de la isla, al que sólo se accede a través de estrechos pasajes y se caracteriza por una aglomeración de casas que se apoyan unas contra otras para defenderse de las incursiones sarracenas e impedir su paso. Las casas estaban abiertas hacia el patio interior, generalmente en tres niveles con cubiertas abovedadas de las habitaciones, mientras que en el exterior había sólo unas pocas y pequeñas aberturas, colocadas en la parte superior. El topónimo Vascello tiene orígenes dialectales, deriva de "Vascieddo" o mejor "Revescio" que significa "abajo", sólo para indicar la ubicación de la ciudad desde Terra Murata; en cualquier caso, se ha presentado una segunda tesis sobre la etimología de la palabra, según la cual la traducción de Casale Vascello sería "navío desgarrado" por la presencia de dos entradas, que se cerraban en caso de peligro, una en Via Princesa Margarita, el otro en Via Salita Castello. A lo largo del camino que desde la Plaza de los Mártires conduce a la Via Princesa Margarita, es posible admirar la espléndida Iglesia SS. María de las Gracias. La aldea se presenta en un buen estado de conservación y se accede por dos entradas que se encuentran, la primera en vía Princesa Margarita, mientras que la segunda está en Via Salita Castello. En el detalle Casale Vascello se desarrolla alrededor de un patio central en el que se asoman numerosas viviendas y en verano alberga eventos culturales. El impacto cromático es absolutamente único, de hecho, todas las viviendas se caracterizan por colores vivos y pequeños balcónes con un arcos que recuerdan la arquitectura árabe.
