La Farga es el nombre popular de la empresa Altos Hornos de Cataluña S.A. Se trataba de la principal empresa metalúrgica de la ciudad, fundada como una fundición en 1900, entonces en un sitio alejado, el arrabal industrial del centro de la población Vivió una primera etapa emergente durante la 1ª Guerra Mundial.
Durante la Segunda República se vivieron conflictos laborales, entonces los sindicatos mayoritarios eran la CNT y la UGT. Al estallar la guerra civil, las autoridades reconvirtieron La Farga en industria de guerra.
En los años 60 augmentó su capacidad de producción de aceros especiales de las 4,000 a las 150,000 tonas.
La crisis económica de 1973 afectó también a La Farga. La gran instalación industrial había quedado rodeada por el núcleo urbano debido a la presión demográfica y el crecimiento urbanístico. El tipo de actividad generaba una gran cantidad de humos y tránsito de vehículos de transporte pesado. Los niveles de contaminación eran del todo intolerables y afectaban a la salud y al descanso. El conflicto con los vecinos estaba servido.
En el año 1975 el Ayuntamiento, frente a la presión vecinal, intentó tímidamente el cambio de calificación de suelo industrial por urbano. Los trabajadores de La Farga veían amenazados sus sitios de trabajo por sus propios vecinos. Los vecinos proponían un cambio de la actividad a otro emplazamiento. Los años pasaban y la situación no mejoraba.
La Asociación de Vecinos de Sant Josep pidió el cumplimiento estricto de las normativas vigentes para este tipo de actividad industrial, la cual cosa obligaba a la empresa a realizar unas inversiones “inoportunas” para sus balances en un contexto de crisis económica.
Los trabajadores de La Farga se encontraron en un doble conflicto, el laboral y el social. Las asambleas estaban muy vivas.
Las luchas contra los humos de La Farga estuvieron lideradas por la AAVV de Sant Josep, nacida en la Parroquia de Sant Josep, cuyo rector era el padre Leandre Gassó, y apoyada por todas las fuerzas políticas democráticas y sindicales.
El hito más importante del conflicto vendrá representado por la manifestación-concentración convocada por la AAVV de Sant Josep, contra La Farga en julio de 1980, un acto no autorizado por el Gobierno Civil. El gobierno municipal, el alcalde en funciones y varios concejales mostraron su apoyo con su asistencia. La manifestación-concentración fue disuelta de forma violenta, con heridos de diversa consideración, entre ellos un concejal del Ayuntamiento. El Gobierno Civil declaró a los medios de comunicación que las fuerzas del orden habían sido apedreadas.
Se producía la paradoja de que las fuerzas del orden público agredían a las autoridades democráticas electas.
Se convocó para el día siguiente (11/07/1980) una concentración delante de las puertas de La Farga, donde se volvía a reclamar el cierre de esta instalación y se denunció la actuación de la policía del día anterior, la estrategia de la empresa de encarar vecinos y trabajadores, así como también la inhibición de Vicenç Oller i Company, Consejero de Industria de la Generalitat en este conflicto.
La actividad cesó en el año 1982 y la empresa se trasladó a Castellbisbal (Baix Llobregat). Años más tarde el Ayuntamiento compró los terrenos. Esta lucha vecinal se puede considerar la primera de carácter ecológico.
En el vídeo adjunto (duración 5:08 minutos) se puede ver un reportaje sobre la historia del edificio de La Farga elaborado por la Televisión de L’Hospitalet en el año 2013, a cargo de Enric Gil.