Los polders son elementos característicos del paisaje del norte de Holanda. Un polder es una lengua de tierra plana encerrada entre presas, que constituye una entidad hidrológica artificial, es decir, que no tiene ninguna conexión con el agua exterior si no gracias a mecanismos de acción manual. Los primeros polders fueron construidos en el siglo Once.
La última inundación ocurrió en 1953. Tras el desastre, el gobierno holandés ha realizado mejoras en las presas y en los sistemas de defensa de inundaciones. Los polders están constántemente bajo riesgo de inundación, y precisan mantenimiento para proteger las presas a su alrededor.