Las murallas de Talavera de la Reina fueron uno de los recintos defensivos más destacados en su momento, debido a su sólida construcción y las acometidas que sufrió durante siglos en diversas batallas e intentos de saqueos y conquistas.
Esta primera línea de muralla fue construida en piedra labrada y reforzada con mampostería, con una estructura fuerte que ha llegado hasta nuestros días. En ella se pueden observar restos reutilizados de épocas anteriores como lápidas romanas perfectamente visibles o restos de templos.