Damos de pleno con la fachada del taller de trenes de Renfe. Podemos ver los muros de ladrillo del taller que forman arcos con grandes oberturas. Los trenes llegan hasta aquí y han supuesto una gran conexión con otros lugares que permite distribuir la leche, las verduras, la harina que se producía y mucho más a Barcelona. La chimenea del taller siempre está en funcionamiento y es un elemento distintivo de este edificio. No me acuerdo donde está. ¿Podéis ayudarme a buscarlo? Recuerdo vagamente que estaba al otro lado del taller, desde donde se podía ver el reloj del ayuntamiento. Vamos a ver si lo encontramos, cruzaremos recto el taller.
Ah, sí, aquí está la chimenea, mi tío me explicaba que fue aprendiz en el taller de reparación cuando se inauguró la escuela de aprendices en 1958. El taller ha dado mucho trabajo a las personas del barrio ya que vienen trenes de todas partes. No os he contado que me imagino este lugar que ahora es oscuro, ruidoso y sucio como un punto de encuentro de los vecinos, lleno de árboles y plantas; las típicas que yo me encuentro cuando voy a buscar al monte plantas curativas. Como, por ejemplo, los dátiles, la hiedra, acacias de hoja azul, el pino, jazmín, laurel, etc. ¿Queréis que demos una vuelta ha ver si encontramos alguno de estas plantas? ¡Me hace mucha ilusión! Solo de imaginar el paisaje, los olores, sus colores y los pájaros revoloteando. Después iremos al ayuntamiento que siempre es bueno saber donde está.
