El cruce de la Plaza de las Oliveres, que durante la II república se llamaba Plaza Francesc Ferrer y Guàrdia, en homenaje al pedagogo ejecutado durante la Semana Trágica de 1909, es un lugar lleno de espacios relacionados con la memoria de la guerra.
Al lado tenemos la iglesia y rectoría del XVIII, totalmente restauradas en el año 1941, después de ser quemadas el 21 de julio de 1936.
En el número 25 del paseo dels Til·lers – calle Francesc Macià durante la guerra- había el Casinet, café modernista actualmente derruido. En mayo de 1938 fue ocupado por el Cuerpo de Transmisiones del ejército del aire, que trabajaba para el Campo de Aviación de Rosanes. En el mismo Casinet o en el edificio que había justo al lado, haciendo esquina con la calle Cardedeu –antigua Anselm Clavé-, se instaló también una Biblioteca Popular, y fue local de las Juventudes Libertarias.
Finalmente, las casas del lado opuesto de la plaza, dónde también había el local de la UGT, sufrieron los efectos del bombardeo de enero de 1939, que afectó de lleno la calle Samalús.