Estas canteras, dedicadas a la extracción de bloques de marés (piedra arenisca) para la construcción, llegaban justo a la orilla del mar. Parte de esta cantera ya está sumergida. Si bien no sabemos el origen exacto, según noticias orales sabemos que fueron abandonadas durante la Guerra Civil Española (1936-1939).
Probablemente, parte del material de construcción extraído sirvió para levantar las primeras casas de veraneo en Can Picafort a partir de 1908; en concreto, en la zona de Son Bauló. En el camino que aún hoy se transita se pueden ver las profundas marcas de las roderas de los carros que se llevaban los bloques cortados.
En las paredes de la cantera se pueden apreciar las marcas de la extracción hechas a mano utilizando herramientas muy sencillas. En cada bancada los canteros o "trencadors", como se les llamaba, dejaban un escalón que servía para subir y bajar. Si encontraban buena piedra podían ensanchar el rellano. A veces podían picar años en un mismo lugar. Un "trencador" sacaba un máximo de una docena de piedras cada día. Los "trencadors" solían dormir en barracones durante la semana y el fin de semana volvían a sus pueblos. Una de estas barracas aún se puede reconocer a escasos metros de esta cantera.