La iglesia de San Esteban de la Garriga se construyó en un terreno llamado Las Oliveras, un campo abierto que permitió dejar el templo separado de las casas y planificar una plaza delante de la fachada principal, una rectoría y un cementerio en la zona sur.
En la actual plaza de las Oliveres, que conserva el topónimo original del lugar, desemboca la calle Cardedeu, que recibe su nombre debido a que era el antiguo camino que llegaba a esta población. Esta calle se empezó a formar a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, a raíz del surgimiento de dos vecindarios, uno a cada extremo. El más importante era el que se encontraba en la confluencia entre el camino y el torrente de la Cueva y el Camino Real. En todo caso, las casas se construyeron en la zona oeste de la calle.
Años más tarde, con a llegada de las modas modernistas, la plaza se vistió con casas y edificios de esta época, de los que aún se conservan algunos de ellos, situados entre los números 5 y 11, construidos a principios del siglo XX, entre el 1910 y el 1912.